Era un hombre desusado, de otro tiempo, del suyo propio. Por entonces,o tal vez poco después, comenzaba a preparar el estreno de su Valentín, en la sala Olimpia de Madrid. Nosotros preparábamos la salida de la revista La Luna de Madrid, y le ofrecí colaborar desde el nº cero. Le hizo una ilusión enorme, “mi mejor reconocimiento”, dijo, que era pensar que jóvenes como nosotros, que teníamos fama bien ganada de airados y punkis, le ofreciéramos colaborar en nuestra revista posmoderna.
Este es un blog para personas que piensan que la literatura es la verdadera religión de nuestro tiempo y de todos los anteriores, y que con Juan Ramón Jiménez repiten: "Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo".
LOS COMENTARIOS
To the Happy Few: espero que estos comentarios y las otras ideas o divagaciones que siguen en la bitácora presente puedan ser de alguna utilidad a quien quiere seguir o ya está en este oficio o carrera de las letras, ya porque sea muy joven y no tenga a quién acudir, o ya porque no siendo joven de cuerpo sí lo sea de espíritu, y desee o considere que es adecuado, con toda llaneza, combatir de este modo que ofrezco el aburrimiento...
Las reglas de uso que propongo al usuario son simples: que tus comentarios busquen la contundencia de la piedra lanzada y suspendida en el aire, buscando allí afinar la idea.
Deseo también que estos pequeños dardos de este diario personal que aquí inicio sirvan como disparadero de ideas para otros proyectos ajenos destinados a otros espacios.
Por último, los diálogos que se produzcan los consideraré estrictamente privados. Y no es preciso poner punto final a los mismos, pues incluso los ya transitados pueden recrudecerse pasado un tiempo.
domingo, 28 de junio de 2015
Día del Orgullo Gay. Juan Gil-Albert:
Era un hombre desusado, de otro tiempo, del suyo propio. Por entonces,o tal vez poco después, comenzaba a preparar el estreno de su Valentín, en la sala Olimpia de Madrid. Nosotros preparábamos la salida de la revista La Luna de Madrid, y le ofrecí colaborar desde el nº cero. Le hizo una ilusión enorme, “mi mejor reconocimiento”, dijo, que era pensar que jóvenes como nosotros, que teníamos fama bien ganada de airados y punkis, le ofreciéramos colaborar en nuestra revista posmoderna.